Cómo elegir la música adecuada para tus videos

La importancia de la música en un vídeo corporativo es indiscutible. Una canción puede convertir un vídeo normal en uno épico, gracias a una gran combinación entre vídeo y audio. Además, es un elemento que genera más atención y puede hacer que tu vídeo genere todo tipo de sensaciones.

Sin embargo, si no sabemos cómo elegir la música para nuestro vídeo lo que provocaremos es el efecto contrario. Si la música no encaja, se podría convertir un gran vídeo en un desastre. Como en Visual Service sabemos lo importante que es la música para un vídeo, hoy vamos a daros varias claves para que podáis elegir la más adecuada para los vuestros.

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1. Piensa qué quieres que sienta tu público

Cuando hacemos un vídeo buscamos hacerle sentir algo a nuestro cliente. No queremos que lo vea, diga «ok» y lo cierre para no recordarlo nunca jamás. Queremos que llore, que ría, que se sienta identificado. En definitiva, queremos tocarle la fibra sensible. Y todo eso es posible conseguirlo con la música.

Vamos a hacer la prueba. Probad a poner el vídeo a continuación sin música y, posteriormente, poned la música para ver la diferencia.

Probablemente, la mayoría de personas que vieron el vídeo con música tuvieron ganas de llorar, se emocionaron o sonrieron. Sin embargo, si todos vieran el vídeo sin ese «simple» piano de fondo, os aseguramos que el porcentaje de personas que sentirían todo eso sería mucho menor. La música genera emociones y reacciones. Cuando se consigue combinar a la perfección con el vídeo, como en el caso anterior, se consigue duplicar el efecto del vídeo.

2. Elige el tono adecuado

Todos sabemos que la música tiene diferentes tonos. Hay tonos más alegres y positivos y otros más calmados, pacíficos e incluso que llegan a generar tristeza en la persona que los oye. Debemos acertar no solo en la selección del tono para el vídeo, si no en los propios cambios de tono durante el mismo.

Por ejemplo, muchos vídeos comienzan con tonos tristes o sobrios. Posteriormente, cada vez se va consiguiendo subir el tono mientras la historia mejora, para hacer sentir al espectador esa mejora a través de sus ojos y de sus oídos. También ocurre el caso contrario, cuando queremos ir desde una situación positiva hasta una negativa.

3. Selecciona un genero que encaje

¿Elegirías una canción de heavy metal para una presentación de un proyecto? ¿Vas a seleccionar música clásica para promocionar una fiesta de una discoteca verdad? La respuesta, salvo que sea un caso muy. muy especial, es no.

Debemos elegir un genero que encaje a la perfección con el vídeo. Por ejemplo, ahora está muy de moda el Drum and Bass y en muchos anuncios se puede ver este tipo de música. ¿Por qué? Porque genera actividad, vitalidad, fuerza y hace que el espectador que no esté mirando se gire y mire hacia la pantalla.

Utiliza un género que encaje y que no rompa con los esquemas de tu propio vídeo. A veces podemos romper esos esquemas y romper las reglas, pero acertar en este tipo de casos es bastante difícil y requiere de muchas, muchas pruebas.

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4. No utilices música de baja calidad

Si para ahorrar dinero decides grabar tu propia música, pedírsela a ese conocido que sabe usar cuatro programas de edición de audio o comprar una canción barata y mal producida, mejor no pongas música. Hay muchas personas que invierten en un vídeo y posteriormente no gastan apenas presupuesto en la música, y eso no tiene sentido.

Como hemos visto, la música y el vídeo van de la mano. Por lo tanto, necesitamos una canción que no solo esté bien producida, sino que sea una buena canción. Investiga qué es lo que está de moda, busca el tipo de canciones que gustan a tu público y entonces podrás elegir una canción de calidad que pueda llamar su atención.

5. Adapta el vídeo a la música

Las canciones tienen un ritmo, tienen puntos en los que suben, otros en los que bajan y momentos en los que tienen cambios. Todo eso debe estar reflejado en un vídeo. Tanto la imagen como el audio deben estar unidos en una relación perfecta para que no parezcan descordinados.

Habrás visto cientos de vídeos con redobles de baterías en los que se suceden imágenes rápidamente al ritmo de la misma. Eso da ritmo y da la sensación de que la canción no está para rellenar, sino que ayuda a dar significado a lo que estamos viendo.

Cuando elijas tu canción, intenta que el vídeo se ajuste a la misma y que cada cambio de ritmo, de tono o silencio esté ajustado a lo que aparece en la pantalla. Ayudarás a que la persona que esté viendo el vídeo lo comprenda mejor, se quede viéndolo y lo recuerde posteriormente.

¿Sabes ya qué tipo de música debes elegir para tu vídeo?

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